sábado, 7 de noviembre de 2015

Historia de los Drugstores de Madrid

Los drugstores eran establecimientos en los que lo mismo podías tomarte algo que comprar todo tipo de artículos (como los actuales VIPS, pero con un ambiente más moderno). Surgieron en Madrid entre finales de los años sesenta y principios de los setenta y sus horarios alternativos (en ocasiones las veinticuatro horas) los convirtieron en locales muy populares que suponían un soplo de aire fresco para aquellos tiempos.

Antonio Olano, en su "Guía secreta de Madrid" (1975) habla de dos drugstores pioneros en la capital, uno en Don Ramón de la Cruz y otro en Marqués de Urquijo. De este último decía que "se oía música "pop", se tomaba una copa, servía para vestirse y hacer "shopping", que es la moderna e internacional forma de irse de compras". En la novela "Como la piel del camaleón", de Juan Francisco Martín Seco se habla de él como del Drugstore de Argüelles, y lo describe así: "Por fuera tenía una decoración psicodélica, casi parecía una nave espacial. Por dentro en realidad era un pub muy amplio".

El drugstore pasó a convertirse en una cafetería de la red Morrison en 1972. Arriba, anuncio de 1971 de liquidación de artículos. Abajo, el anuncio de reapertura del local, ya como cafetería.


Del de la calle Ramón de la Cruz (cuya imagen encabeza esta entrada), tenemos la suerte de contar con un detallado reportaje en un ejemplar de la revista Blanco y Negro de 1968. Allí nos indican que el local, parece que también conocido como "Pippermarket" "se compone de una cafetería, un quiosco de periódicos, una "boutique", un restaurante, un estanco y dos "boites" que funcionan desde las siete de de la tarde hasta las tres de la madrugada".

Entrada al "Pipper Bank Club", una de las boites del Drugstore con dos curiosas entradas: una en forma de caja fuerte, y otra, de puerta trasera del camión. Fuente: Blanco y Negro.


Dos imágenes del ambiente del drusgtore. Fuente: Blanco y Negro.

El artículo ironiza sobre la inutilidad de los productos y la excesiva influencia anglosajona, pero, aunque sí parece que abundaban los productos "made in England", las fotografías muestran un auténtico festín de color y modernidad para lo que era la época. De hecho se creó un ambiente en la calle (rebautizada como "Moncho street") que pretendía ser un reflejo de la mítica Carnaby Street londinense y parece que era más bien una zona de compras y diversión de la juventud de clase bien. Eso sí, con un ambiente ye-yé y psicodélico.

La boutique "Good Looks" del Drugstore. Fuente: Blanco y Negro.

Una caja de cerillas con la imagen del logo del restaurante. Fuente: Todocolección.

Un llamativo escaparate con el reloj británico, por supuesto, 
  
Como decían en "Blanco y negro", "una modelo viviente futurista".

En noviembre de 1971 se inaugura el Drugstore de Fuencarral, de los mismos dueños que el barcelonés del Paseo de Gracia, inaugurado en 1967. En ABC lo describían como "grande, majestuoso, casi extraído de las páginas de "Las mil y unas noches"". Y hablaban de un local "enorme, de 3500 metros cuadrados, con asientos y mostradores forrados en cuero, cabinas telefónicas, farmacia, modas, teatro, libros, restaurante, cafetería, estanco, papelería, bebidas, telégrafos, música ambiental y la promesa de que, al igual que su modesto antecesor [no sabemos si se refiere al de Barcelona], permanecerá abierto las veinticuatro horas del día [en realidad cerraba para limpiar una media hora a eso de las seis de la mañana]" . El artículo concluía la descripción resumiendo que era como un "Rastro de lujo".

Anuncio de la inauguración del Drugstore de Fuencarral en noviembre de 1971. Fuente. La Vanguardia.

Una imagen de 1974 procedente del libro "Madrid" de Rafael Flórez.

A diferencia de los primeros drugstores, el de Fuencarral vivirá un ambiente más transgresor. En la muy recomendable biografía de Haro Ibars, "Los pasos del caído" de J.Benito Fernández, se describe como un local que "combina librería y cafetería con tienda de regalos; es un buen refugio para los trasnochadores y un lugar de encuentro para homosexuales".

Imágenes del interior y exterior procedentes de un calendario de 1978. 

También fue un lugar de descubrimiento cultural (y de ciertas libertades). Alaska por ejemplo recuerda, aún niña, pasar las tardes de la semana de luto que hubo por la muerte de Franco en el Drugstore de Fuencarral, "mina de importantes descubrimientos en forma de discos y libros". Johnny Cifuentes, cantante de Burning, recuerda de los drugstore que "estaban toda la noche abiertos y podías beber en una especie de paréntesis legal. También servían como inspiración para escribir letras de canciones. Quedaba uno en Fuencarral y creo que ahora es un VIPS o algo así". Y de hecho, les inspiró para componer "Las chicas del Drugstore":


La "diversidad" de la clientela provocaba que, de cuando en cuando, hubiera incidentes que en el tardofranquismo tendrían su componente político o simplemente represor (en 1972, por ejemplo, hubo una redada de 56 personas después de que en los últimos días se hubieran detectado en el local personas "sospechosas"). Pero lo cierto es que el mismo Olano, en su libro de 1975, reconocía que el Drugstore de Fuencarral "ha empezado a degenerarse ya un poco". Allí ya casi no pueden entrar a comprar tabaco o a por el último "recording" de Leonard Cohen sin tener en el ánimo eso de si uno va a salir allí con vida", pero concluía "aunque luego casi nunca pasa nada"

El Drugstore de Fuencarral cerró en 1978, aunque el cine que formaba parte de sus instalaciones siguió abierto todavía un tiempo. Gracias a ese completo libro que es "Madrid y el cine", sabemos que funcionó hasta 1983 con entrada por la calle San Andrés y que en los últimos años cambió su nombre por el de Chaplin.

Anuncio de 1972 de la película ·Juegos Prohibidos" donde el Drugstore Cinema se anunciaba como "El cine más vanguardista y moderno de España". Fuente: Hemeroteca ABC.

En otoño de 1972 se inauguró a su vez el Drugstore de Velázquez. Su primer gestor (muy bueno, según Olano) fue el padre del músico Enrique Sierra, de Radio Futura. El propio Enrique trabajó allí, primero llevando asuntos administrativos, aunque acabó colaborando por la noche como vendedor. En declaraciones suyas en el libro "Alaska y otras historias de la movida", de Rafa Cervera, señala que "El Drugstore era como un VIPS, pero mucho más bestia, estaba abierto las 24h del día. Era el sitio donde por la noche se juntaban desde los periodistas de izquierdas a los guerrilleros de Cristo Rey, pasando por los gays de Madrid. Toda la gente particular que salía de noche acababa allí. Podían coincidir periodistas de El País, que entonces acababa de nacer, y ultraderechistas que incluso llevaban pistola encima".

El Drugstore de Velázquez. Fuente: "Guía secreta de Madrid" de A. Olano.

Parece que no siempre fue así o, al menos, se intentó que no lo fuera: en un curioso anuncio de 1973 que refleja el objetivo del local, se ofrecía solucionar los "problemas de verano" de los rodríguez: "Vd queda solo... y surgen cientos de pequeños problemas. Desde el almuerzo y cena diarios, hasta la indispensable pastilla de jabón, pasando por su diario preferido, la nueva "cassete", el regalo que llevará a la familia el fin de semana, el rollo de fotos o la cajetilla de tabaco. Todo ello podrá hacerlo en el inmejorable ambiente del Drugstore, Velázquez, 24". Que se podía hacer allí la vida, vamos.

Pero, como decíamos, su horario de 24 horas atrajo todo tipo de clientela mucho más noctámbula. El poeta Luis Antonio de Villena, que frecuentaba el local con el también poeta Leopoldo María Panero como parte del "circuito" de locales de ambiente gay, recuerda “que era una cueva pero era agradable”. Según decía Olano "su censo de personajes es asombroso y va desde el trasnochador al guerrillero de Cristo Rey, del mariquita tradicional e histórico al policía de paisano, pasando por una respetable galería de hampones, anarquistas, golfos, chulos e intelectuales

La difícil convivencia entre clientes de muy diferente estilo a los que sólo unía el deseo de trasnochar (en 1975 hubo una brutal reyerta entre soldados norteamericanos de la base de Torrejón y clientes españoles) empeoró aún más durante la Transición cuando grupos de ultraderecha comenzaron a provocar allí altercados con frecuencia.

En resumen, podemos decir que los drugstores de Madrid, cada uno con su estilo, fueron locales que de alguna manera se adelantaron a su tiempo. Y, a pesar de su importancia como símbolo de una época, no queda mucha documentación sobre ellos, salvo esta que hemos podido rescatar y ojalá pueda completarse.

27 comentarios:

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    1. Gracias, Juan Carlos, ha sido una investigación apasionante.

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    2. Que bien lo pasé en el de Velázquez. Estaba haciendo la mili en Madrid, y alguna noche me Escaba, y con unos amigos que estudiaban en Madrid, allí íbamos a buscar fiesta. El habiente era espectacular. Cuando escucho la canción de BURNING, Las chicas del Drugstore, me transporta a aquella época.
      Por cierto, la canción es una obra de arte de la música. La voz sensual de Toño y la música, como tocaban estos jodidos genios

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  2. Yo conocí al gran Enrique Sierra padre gestor inicial del Drugstore de Velazquez, excelente y culta persona, gran gestor y trabajador incansable. Me contó multitud de anécdotas sobre el local y la locura que generaba así como los grandes dividendos iniciales. Aprendí de el lo indescriptible en grandes charlas. Un gran recuerdo para el Sr Sierra y para sus hijos de los que tanto me contó y fueron grandes en sus profesiones.

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    1. Perdón por el retraso en contestar. Sin duda serían unas charlas apasionantes y entiendo que tenga tan buen recuerdo. Un saludo.

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  3. Que nostalgia de sitios que no he conocido....me puedo imaginar perfectamente el ambiente. y que fuentes de documentacion: Blanco y Negro, que si lo conocí. Cuando yo empecé a salir en la noche de Madrid, había esa mezcla tan interesante de los progres de barrio obrero, con los progres pijos, los fachas, los mariquitas modernos y antiguos...todo eso se ha perdido. AHora es todo muy uniforme y aburrido.
    Muchas gracias
    W.A.

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    1. Efectivamente, a mí me parece un ambiente y un estilo apasionantes que uno hubiera querido vivir. Lo has descrito muy bien, un saludo.

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  4. hola yo trabaje en drusgtore de Velazquez 24 ,,hasta su cierre ..pero me gustaria saber si alguien tiene fotos del drugstore se lo agradeceria muchisimo-.

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    1. Hola, cuando preparé la entrada del blog solo encontré del de Velázquez la del libro de Olano que he puesto y la página del ABC que menciono: https://www.abc.es/archivo/periodicos/abc-madrid-19730704-10.html

      Saludos

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    2. Yo trabajé como cajera de un restaurante se llamaba mini dragón lo llevaba el sr Sierra lo despidieron y todos por protestar y hacer huelga nos despidieron duró muy poco fué la esposa de Frade quien me despidió a mi en concreto diciendo que faltó dinero en la caja siendo mentira,vaya tela...

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  5. Yo tampoco lo conocí, se cerraron antes de nacer yo, pero me llama muchísimo la atención ese ambiente y las formas de diversión de aquellos años, con tanta mezcolanza social en estos puntos de ocio. Animaría a compartir fotos o vivencias personales.....
    Muy buen y muy interesante blog, mis felicitaciones. A

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    1. Gracias, a mí también es un ambiente el de esa época y ese tipo de locales que me resulta fascinante.

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  6. Gran artículo, acá en Chile se copiaron los términos Vips y Drugstore, emulando, claro, a los europeos y precisamente madrileños

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  7. Llegó hace poco a mis manos un posavasos del Drugstore de Fuencarral y con la intención de saber dónde de se ubicaba, he podido conocer más acerca de la historia de mi ciudad. La de veces que habré pasado delante de ese sitio tras salir por Malasaña.
    Felicidades por el artículo

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    1. De nada, me alegra que te haya sido interesante. Y conserva ese tesoro ;)

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  8. Ya trabaje en el de Velazquez 7 años en el turno de noche. Fueron los mejores años de mi vida. ME HUBIESE GUSTADO TENER FOTOS...

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    1. Hola Calero,yo trabajé desde el 75 hasta el cierre,trabajé mañanas y noches,en mi turno estaba el maitre Santos muy buena persona y recuerdo a muchos pero pasa el tiempo y no pongo las caras también recuerdo a Martín jefe de sala trabaje mucho en el restaurante ...mi nombre es Luis muy amigo de Fede que también trabajo allí ..

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    2. No se si es el tal Luis que junto con "Ël Tortola" de Cuenca nos hicimos fotos en el parque de atracciones de Madrid y que no he vuelto a ver.

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    3. Recuerdo bien a Santos, una gran persona, yo también trabajé en el restaurante , y en la barra de arriba, tengo recuerdo de grandes compañeros que fueron amigos, entre otros "El Tortola" de Cuenca, Antonio Muñoz, Murillo, Pereda, etc, etc. Seria bueno hacer un canal de Whassap con el titulo Drugstore Velazquez y que nos pusiéramos en contacto.

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  9. Escribiría un libro.

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    1. Yo tambien trabaje un poco tiempo en el turno de mañana y el resto de noche durante 1974 y 1975, guardo muy buenos recuerdos y tuve buenos compañeros-amigos que no he vuelto a ver, que pena que entonces no habia moviles para haber seguido manteniendo contacto con todos ellos.

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  10. Emilio
    Muchas veces estuve en el drugstore de fuencarral y todavia conservo el nº2 de la revista Ajoblanco que compre alli en el año 74, igual que bastantes libros que solo se podian comprar en su libreria de la editorial Ruedo Iberico. tambien tuve un gran amigo trabajando en el parking, del cual me gustaria saber algo de el

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    1. Muchas gracias por tus recuerdos, no sabía que también vendían ese tipo de libros, qué curioso. Ojalá sepas algo de tu amigo. Un saludo.

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  11. Comparto el interés por los drugstores, que por edad no pude conocer. Viendo 'Soltero y padre en la vida' (Javier Aguirre, 1972), he descubierto que hay una secuencia con diálogo entre Antonio Ferrandis y José Sacristán, creo que rodada en el drugstore de Velázquez (minuto 19:40). La película está disponible en Flixolé. Un saludo.

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